Ir al contenido principal

La materialización del miedo [Sobre «The Babadook» (2014) de Jennifer Kent]

¿Y si el sufrimiento que intentas ocultar con desesperación , lograra salir y hacerse visible ? Esta fue la inquietante premisa en la película The Babadook (2014), guion y dirección de Jennifer Kent, que se convirtió, de este modo , en una poderosa y perturbadora historia de terror psicológico , expuesta mediante la vida de Amelia, que vive sola con su hijo Samuel, cuya rutina cotidiana se ve alterada por la aparición de una figura oscura y amenazante salida de un libro de cuentos infantiles. La película El Babadook no es en absoluto un cuento de terror convencional, sino que hace un profundo recorrido por el duelo no elaborado, por la complejidad de ser madre y por el deterioro de la salud mental. El monstruo no está en la oscuridad, sino que es Amelia, quien se nutre precisamente del dolor por la pérdida de su esposo. Con una atmósfera de confusión, la película nos recuerda que el temor no siempre nace de lo que se puede visibilizar; el miedo nos lo otorgan la ...

Éxtasis en la estación de lluvia [Sobre "In the mood for love" de Wong Kar-wai]

Delante de mí se reconocía la puerta de la biblioteca. Estaba sentado en la esquina derecha de un banquillo; a mi lado, en la otra esquina del mismo banquillo, una pareja se besaba frenéticamente. Entre el sonido de esos besos apresurados pensé en Yasunari Kawabata y en Wong Kar-wai. No tiene mucho que ver una pareja de fulanos que se comen a la entrada de una biblioteca nacional con dos asiáticos. Sin embargo, entre los cuatro, hay algo que se asoma: el amor, o, más bien, la fatalidad que nace en el amor. Kawabata estaría tirándome de la puntilla de mi suéter como lo haría un niño que desea mostrar ansioso un hallazgo: un jardín húmedo donde se reflejan las ramas de un árbol de acre, y recostado a su tronco hay una mujer que tiene un kimono de camelias, ella está durmiendo sola en aquel jardín; Kar-wai, en cambio, me anunciaba el ruido de las habitaciones contiguas, el chisme de las vecinas del departamento de al lado, todas ellas, abandonadas por sus maridos. Ellas cocinan solas mientras que sus maridos leen el periódico y elevan el humo del cigarrillo.

A pesar de ser hombres disímiles en tiempo y espacio —el primero nacido en Osaka, 1899; el segundo en 1958, Shangái— ambos intentan mostrar mujeres hermosísimas que pronto su exceso de belleza las conducirá a una muerte temprana, quizás como un intento de perdurar en la jovialidad. Aunque, otras veces, la belleza las condena a una vida en soledad en busca de un amor de juventud.

Lo espiritual y la sensorialidad son cosas que marcan la literatura de Kawabata. Pareciera que Wong Kar-wai, de cierta forma, adopta esa fuerza literaria dentro de sus obras cinematográficas —aunque nunca ha hablado de alguna influencia del nipón en sus obras— conjurando imágenes comunes que tienen como propósito un deleite visual: las copas de vino están colgando boca abajo, el viento las hace tintilar mientras el sol las hace resplandecer, es lo que diría Kawabata en un hotel de Hawái; de forma precisa, el hongkonés, rodaría este encuentro de belleza en Chunking Express (1994): brillan unos discos de CD en la máquina de estéreo y a su vez una luz rebota de su superficie. Pero, la imagen que en verdad recordé entre el beso incesante de los fulanos en la biblioteca fue: en el cuento Shigure no eki, hay una multitud de esposas, todas ellas, solas, con un paraguas en las manos esperando a sus maridos usando vestidos hermosos.

Fotografía de Chunking Express (1994)
 
Paraguas. Lluvia. Vestidos con estampados florales. Su Li-zhen protagonizada por Maggie Cheung en In the mood for love (2000) está casada con un hombre que suele viajar con frecuencia. Una noche ella se encuentra atrapada en la lluvia, sigue caminando hasta toparse con unas escaleras protegidas por un corto techo. Ahí también está Chow Mo-wan, vecino con el cual establece una relación íntima tras descubrir un secreto de sus respectivas parejas.  

Hemos llegado al propósito de esta nota: In the mood for love cumple 23 años. En un día como ayer, 20 de mayo, se estaría presentando en Cannes la segunda pieza más importante del cine contemporáneo, como lo diría la BBC en el 2016: In the mood for love.

El encuentro entre Su Li-zhen y Chow Mo-wan es una carta donde las palabras se entrelazan unas con otras para obtener un éxtasis de lenguaje. Pero, para el orgasmo, debe existir una estimulación de por medio, así sea mínima, para que lo alcancemos. Es aquí donde el álbum del maestro Nat King Cole y el compositor Shigeru Umebayashi cobran su magia. Desde Quizás, quizás, quizás nos preparamos —pero nunca llegamos a estar listos— para la lucha del corazón embriagado de amor que intenta ser aplacado por la espera, la distancia y lo prohibido. Sin embargo, desde Eva y Adán, nos vemos atraídos por lo indebido. Seguro Eva se vio encantada por el aroma que dejo la serpiente al enrollarse en las ramas del fruto no dado.


Aromas, sí. Las cartas llevan un lugar de destino, y, estos lugares tienen aromas. Por supuesto que los tienen. ¿Cuál sería el olor de la intimidad, la complicidad de los pasillos carmesí y los taxis que compartieron Li-zhen y Mo-wan? Sabemos, al menos, que el olor de las calles nocturnas es uno que anuncia la despedida y el sake.

Ahh, y las texturas. Eso menos hay que olvidarlo. El sobre de la carta de amor se texturiza con la seda de los vestidos florales dando señas de sensualidad. Las olas y serpientes que forma el humo de los cigarrillos. Los rostros en los vidrios que entran en fijeza con muslos desnudos. Lo más extraño de todo, para los hombres apresurados, es: ¿Cómo sucedió este éxtasis y embriaguez de amor sin haber de por medio un cortejo carnal? ¿In the mood for love? grito espiritual del amor irresoluto.

Ficha técnica:
Título: In the modo for love.
Título original: 花樣年華 | FA YEUNG NIN WA
Duración: 95 minutos.
País: Hong Kong, China
Estreno en Francia: 20/05/2000
Productora: Block 2 Pictures, Jet Tone Production, Paradis Films.
Distribuidora: AVALON
Director: Wong Kar-wai
Guión: Wong Kar-wai
Reparto: Maggie Cheung, Tony Leung Chiu Wai, Ping Lam Siu, Rebecca Pan, Kelly Lai Chen, Tung Cho Joe Cheung, Man-Lei Chan, Chin Tsi-Ang, Paulyn Sun, Roy Cheung, Christopher Doyle, Kwan Pung-leung, Michael Galasso, Shigeru Umebayashi, Chan Ye-Cheng, William Chang.

Comentarios

  1. Siempre me ha parecido que lo de Won Kar-Wai es lo sutil como máxima, las formas y el color como evangelio. Qué bella película. Me gustó mucho esa triple comparación del inicio.
    Gracias por la nota-reseña.

    ResponderBorrar
  2. Tremenda película 20/10 y GOD

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Nene, esto no es una canción de The Smiths [Sobre «(500) Days of Summer» (2009) de Marc Webb]

Es ese viernes luego del día 402 con tu Summer. Tienes cierta escena, digamos, tipo "Expectativas vs . Realidad". Estás tan convencido que puedes escuchar en tus adentros Hero de Regina Spektor. Entonces, la pantalla de tu vida se divide en dos, como un glitch en la matrix , una anomalía que muestra la divergencia entre tus sueños y la pared de la verdad ( Spoiler : no saldrá bien).  Eres el Tom Hansen de esta relación. Subes las escaleras, tocas la puerta y todo parece estar en orden. Ella abre y, desde aquí, las cosas ya no son como esperabas. No es igual el beso de bienvenida, ni la forma en que te conduce hasta la sala. No es igual la alegría al recibir tu regalo y definitivamente no es igual la animada conversación sobre el clima y el trabajo. Es aquí justo donde el programa de expectativas colapsa, y la desincronización entre lo que quieres y lo que realmente ocurre se hace evidente. Es un punto de ruptura, un crash emocional que encapsula la esencia de la vida: el c...

Qué lentitud; qué frío: llorar te lastimará más los ojos [Sobre «The Lobster» (2015) de Yorgos Lanthimos]

Es uno de esos días donde aún sin llover, sin asomarse alguna neblina, todo lo percibes en un azul silenciado. Estás sentado en un banco debajo de un árbol, esperando el bus. Frente de ti logras ver otros bancos, unos tres. Están libres. Mientras miras hacia ellos, sientes inquietud. Crees recordar que has estado, en otra ocasión, sentado junto a alguien mirando sillas vacías. Luego estás seguro que has escuchado una canción con alguien, mientras esperabas un bus. Parpadeas y te percatas de algo: esos asientos vacíos que estás viendo ahora mismo te inquietan tanto porque te producen una sensación de vacío; de que has perdido algo. Bueno, mirar The Lobster (2015) de Yorgos Lanthimos es algo similar a esta sensación. Cada vez que miro el poster de presentación de The Lobster en algún teatro no deja de estar esa sensación de vacío. Trabajar el espacio en negativo para crear el contraste de un hombre abrazando a otra persona —la cual no está— es algo que te resulta atractivo al instante,...

Sueños de neón [Sobre 'Lost in Translation' (2003), de Sofia Coppola]

¿A dónde van las personas con los corazones rotos? Quizá a una ciudad basta, quizá a una ciudad con más de veinte millones de almas que pululan sin rumbo, que bailan, que retozan como en un sueño. Quizá lo cierto sea que estamos perdidos, que toda nuestra generación flota a la deriva, desconectada del mundo, enjaulada en jaulas de puertas abiertas. Si no, ¿cómo explicar el encuentro entre un hombre en sus cincuenta y una muchacha en sus veinte, dos extraños que, en lugar de llenar el vacío con palabras, optan por el silencio, por el lenguaje de las miradas, de los gestos mínimos, de lo que se dice sin pronunciarse? En Lost in Translation (2003), la ciudad se convierte en un espejo de esa dualidad: de un lado, la megalópolis nocturna, vibrante y caótica, donde Charlotte (una jovencísima Scarlett Johansson de apenas dieciocho años y que aparentaba veinticinco) y Bob (Bill Murray, el de siempre) se pierden como niños que juegan a escapar de la realidad; del otro, los templos silenciosos ...