Ir al contenido principal

Mundo post-apocalíptico: guerra y contaminación (Nausicaa del valle del viento (1984) de Hayao Miyazaki)

  Paisajes bucólicos, batallas aéreas, personajes intrépidos, “zonas contaminadas” aglutinados en una suerte de cuadro barroco que configura una obra maestra del cien animado, dirigida, como no, por Hayao Miyazaki Nausicaa del valle del viento , estrenada en 1984, presenta un mundo post-apocalíptico devastado por la guerra y la contaminación, donde hombres y mujeres luchan por sobrevivir entre el fuego de la violencia y el avance de la toxicidad. La densidad de este anime sugiere una multiplicidad temática; pudiéramos destacar algunos como: el poder, el sujeto femenino, la guerra; pero el hilo rector es sin lugar a dudas, la naturaleza. La propuesta estética de Miyazaki se fundamenta en presentarnos un paisaje que pendula entre la belleza del verdor y una zona aniquilada por la mano de los seres humanos. Es fácil entender entonces que la narrativa de Nausicaa transmite un mensaje poderoso sobre la necesidad de preservar y proteger a la naturaleza. Lejos de seguir el patrón de los “héro

Hmmm, bueno, me tengo que ir [Sobre «Pearl» (2022) de Ti West]

«Tengo todo lo que cualquier hombre o ángel podría desear: hermosos recuerdos del pasado. Cuadros, juguetes. Juguetes». De esta forma inicia la narración en Ziegfeld Follies (1945), con una exposición de la felicidad. Pero a todos nos aburre la exposición de la felicidad, la del otro, claro. La nuestra nunca. Nos golpeamos intentando perseguirla, buscando recuerdos de una infancia feliz, sin embargo, nunca los encontramos. Entonces, ¿Qué sucede con el hombre tras fracasar en esta busqueda? Pearl (2022) de Ti West es nuestra respuesta.

Pearl es una película de terror psicológico que sigue la vida de una mujer granjera que sueña con ser una estrella de cine, una Palace Follie. Tendrá que tomar una decisión perturbadora si quiere conseguirlo, ella ya sabe lo que tiene que hacer. Se ha estado preparando para ello secretamente.

Nos encontramos con esta mujer en una habitación. Se mira en un espejo de tres vías. Se acomoda el cintillo de su cabello. Lleva un hermoso vestido rosado. Se escucha un chasquido. La habitación se oscurece, no se logra ver en el espejo más que su silueta. Es aquí donde Ti West utilizará por primera vez en todo el film una fotografía de alto contraste y bajas sombras sobre los colores azul y rojo para crear fotogramas asfixiantes y de atmósferas opresivas.


Afuera de la habitación, de la casa, la cosa cambia: hay colores luminosos, animales caminando como si disfrutaran la vida, el trigo toma un hermoso tono dorado. Esto significa que la vida allá afuera es prometedora, de un futuro brillante. O al menos eso es lo que cree Pearl.

Lo cierto es que no podrá ser bailarina por más que haya practicado con su audiencia durante 15 años. Su público le dice que es muy buena y ella les cree, pues son un jurado exigente: el Señor Pato, Cabra, y Señor Ganado. El más duro de satisfacer es el Señor Pato así que Pearl con el tiempo se cansa de él y lo apuñala con una horca.

Apuñala al amante que conoció en el cine con la misma horca; arrancará las extremidades de su cuñada Mitsy con un hacha. Cada asesinato que realizará a lo largo del film será por medio de los elementos con los cuales ha estado familiarizada toda su vida. Y es que el asunto no está en asesinar solo por el motivo de conseguir ser una bailarina, sino para explorar su verdadero yo a través de las cosas que la han atormentado y agobiado toda su vida. El asesinar con esos objetos le permite llevar a la carne del otro lo que ella tiene que soportar: su fracaso en la vida.

Antes de cometer cada asesinato miraremos a una Pearl indefensa, una que intenta a través de palabras y lágrimas expresar sus sentimientos hasta el punto de que simpaticemos con su condición. Pero esto no es suficiente para ella; las palabras no alcanzan para expresar su dolor, su agonía, por ello recurrirá a lo que siempre ha sido: una follie perversa.

Sí, puede ser preocupante que al menos yo simpatice con una persona tan malvada y desquiciada como Pearl, pero, la Pearl por la que simpatizo es aquella que se mostraba en el espejo de tres vías al iniciar el film: una mujer que solamente busca sentirse amada, que le importe a alguien lo suficiente como para que no quieran abandonarla al descubrir quién es realmente, por sentir de la forma en la que siente. Que aprendan a ser perdedores porque ella nunca ha ganado algo, porque nadie ha sufrido más que ella.

Ti West a través del personaje de Pearl explora la urgencia femenina de la mujer del campo por ser una estrella hollywoodense en los años 50. Nos podríamos hacer la pregunta habitual tras mirar la construcción narrativa del personaje Pearl: ¿mujer escrita por un hombre o mujer no diagnosticada? Lo cierto es que Ti West crea un guion de histeria y paranoia femenina el cual Mia Goth sabe darle la fuerza visual que necesita y la ternura que desembocan en la violencia gráfica. No obtendríamos mucho en sobrepensar la pregunta; la trama crea unos símbolos que están, no se pueden cambiar, sino, llevarlos a la piel de la pantalla, del cine. Hablo de la femine interrupted. Gone girl.

West quiere volver a los tiempos del terror americano de violencia gráfica vinculada a los pueblos y condados más remotos porque es allí justamente donde no debería “pasar nada”. La violencia gráfica aquí es de un terror del cine del Hollywood dorado: usar el hacha para quitar extremidades; usar el hacha para encarnar los celos y el narcicismo del personaje; tener inclinaciones sexuales por objetos inamovibles; las víctimas son utilizadas para alimentar a los cocodrilos o mascotas de nuestro slasher; las victimas mujeres corren y se tropiezan por sus tacones. Todos dicen «Hmm, bueno, me tengo que ir» y es ahí donde comienza la persecución. La matanza.

Pearl es un film que brilla hermosamente. Es una pequeña joya dentro de su género. Pero si me lo preguntaran, el momento más bello de toda la película es justamente la asfixia que sentirá el espectador en la escena final: ha regresado Howard de la guerra, entra a la casa de Pearl, encuentra a sus suegros sentados en la mesa, con el rostro putrefacto de los muertos, Pearl sale de la cocina. Dice “I’m so happy you’re home”. El plano se concentra en su rostro. Sonríe forzadamente, no sabe cómo sostener la sonrisa. Sus mejillas, su nariz, enrojecen. Sabe que Howard la abandonará y comienza a derramar lagrimas mientras sostiene una sonrisa tenebrosa.

Ficha técnica:
Dirección: Ti West
Guion: Ti West, Mia Goth
Música: Tyler Bates, Tim Williams
Fotografía: Eliot Rockett
Reparto: Mia Goth, David Corenswet, Tandi Wright, Matthew Sunderland, Emma Jenkins- Purro.
Compañías: 24, Little Lamb.


Comentarios

  1. Juan, muy buena reseña. Me gusta mucho ese análisis que haces sobre los colores en Pearl. También me parece muy pertinente eso pensarse si lo que vemos es la visión de un hombre o si simplemente es una mujer no diagnosticada, aunque la respuesta tal vez no sea tan necesaria. Excelente.

    ResponderBorrar
  2. Interesante, me gusta como a trasvez de todas las películas, se busca un edificación de la teoría de Freud.
    Los colores, el respaldo de su propia persona. Espero gozar de esta presentación.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Pensaría que además de la edificación freudiana hay una necesidad del cine en explorar la naturaleza humana. Esta exploración desencadena en retratos de identidad, radiografías de sentimientos, onirismos. Es pensar que confluye, en nosotros, todo lo existente: la maldad y la bondad; el amor y el abandono.

      Sé qué podrás disfrutar la presentación este viernes; yo he visto algunas de ellas por tercera vez al darlas en el cine club y siempre termino divirtiéndome mucho.

      Borrar
  3. Tal vez sea buena porque la directora tiene el apellido west, como kanye west

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Sí esa es la cuestión, espero con muchas ansías encontrar a otro director —o directora— que lleve en su apellido el 'Kar-Wai', 'Kinugasa' y el 'Kawabata'.

      Borrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

El abismo de la maldad [Sobre "Anticristo" (2009) de Lars Von Trier]

Se levanta el telón y da paso a la manifestación de la maldad. Von Trier nos propone, a través de su película "Anticristo", la convivencia entre la belleza del placer y el horror de la tragedia. Con un prólogo en blanco y negro, entra en escena el primer acto de la función. "Anticristo" tiene como eje central narrativo la historia de un matrimonio atormentado, que ha sufrido una terrible desgracia e intenta recomponer sus vidas mediante una terapia atípica. El marido, que sobrelleva estoicamente la situación, se compromete a utilizar su experiencia como psicólogo para ayudar a su esposa a superar sus miedos. Todos estos miedos son imaginarios, pero el que más la asusta podría tener un componente real. De esta manera, podríamos resumir el argumento de la película. Sin embargo, la profundidad de la película radica en la construcción de los axiomas que acompañan el ideario de la naturaleza humana y su autodestrucción. "Anticristo" se puede catalogar como un p

Amor y horror: otras formas vampíricas [Sobre "Déjame entrar" (2008) de Tomas Alfredson]

No imaginó Bram Stoker que la publicación de su Drácula a finales del siglo XIX desencadenaría una tendencia cinematográfica inagotable basada en el mito vampírico. Desde la ópera prima del género: Nosferatu (1922) de FW Murnau, pasando por vampiros intergalácticos en Planeta sangriento (1966) de Curtis Harrington hasta cazadores de vampiros en Blade (1998) de Stephen Norrington, el cine ha explorado todas las formas posibles de recrear el arquetipo del chupa sangre. Peligrosamente pudiera afirmar que el Drácula de Francis Ford Coppola, encarnado por el grandioso Gary Oldman marcó la estética del vampiro contemporáneo: apuesto, intelectual, romántico, caballeroso, pero también despiadado y sanguinario; una mezcla característica de algunas películas posteriores a la adaptación de la novela del escritor irlandés. Sin embargo, de vez en cuando aparecen filmes que, aunque respondan a los rasgos comunes del conde: alimentarse de sangre, poderes sobrenaturales como trepar paredes y la l

El espejo de las quimeras: una ola queer [Sobre «Una mujer fantástica» (2017) de Sebastián Lelio]

«Habilidad para el olvido. Algo normal en quien viva en el país en el que vivo» Granuja, AK 47. Álbum: Rap y hierbas (2017) Pensemos que alguien ha pedido hacer una apreciación sobre una pieza de arte. Si se tratara de una pintura, en algunos casos, se habla de un tableau vivant con alguna obra de teatro o fotografía que se asemeje al cuadro; desde un campo técnico, otros expondrían el propósito del degradado, la texturización, saturación y colorizacion que hay en cierto objeto o cuerpo y cómo este le permite, al autor, crear un estilo propio. En cambio, si se realiza una apreciación sobre un filme, la cosa cambia un poco. Hay verbos que con frecuencia suelen ser utilizados ―a veces se usan otras palabras, sin embargo, anuncia un mismo fin semántico―: retratar, personificar, documentar, construir. Por ejemplo, si evocamos el cine de Sara Gómez, la pensaríamos como una directora que cumple el rol de una Mucara que a través del lente retrata al individuo cubano deconstruyendo valores de