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Toma, completa el cubo de Rubik [Sobre «Climax» (2018) de Gaspar Noé]

  Estás sentado; frente de ti, sobre la mesa, hay un cubo de Rubik. Sólo puedes ver el lado frontal del cubo. No puedes moverlo; ni tocarlo. Pero si te levantas, podrás ver un lado distinto; el lado de visión paralelo al suelo. Si continúas moviéndote, mirarás los lados faltantes. Pero, hay un lado que no podrás ver: el que está boca abajo, en la mesa. Así es «Climax» de Gaspar Noé. Un Rubik que no puede ser tocado. Completado —y que no quiere serlo—. La cinta es clara. Pero, solo en una cosa: está escrita y filmada basada en sucesos reales. Pero, parece no estar dispuesta a contar algo. Sino, en mostrar. Gaspar Noé. Es cierto que los personajes hablan —y bailan— en lugares distintos del edificio, tanto que sorprende que los otros no escuchen. ¿Qué tan grande se hace la habitación, el hogar como para no sentirnos tan cercanos con el otro aún de que las voces en el espacio son audibles? El baile inicial, tras terminar el prelude de la cinta, donde los entrevistan, parece no tener mu...

El Bates Motel te espera [Sobre «Psicosis» (1960) de Alfred Hitchcock]

 -¿Eres feliz? -No -¿Sabes cómo puedes serlo? -No -Teniendo dinero

Entonces te envían a consignar 40 mil dólares en el banco y te acuerdas que no eres feliz. ¿Qué hacer? Fácil: te escapas con ese dinero y comienzas a serlo. Con esta ecuación sencilla arranca Psicosis, una de las películas más icónicas del cine de terror, dirigida por el legendario Alfred Hitchcock.

Un aviso luminoso en medio de una carretera vieja en una noche oscura y lluviosa parecen ser la salvación de Marion Crane (Janet Leigh). El Bates Motel la espera con sus doce habitaciones vacías y con Norman Bates (Anthony Perkins) dispuesto a cenar con ella. Hasta aquí no parece que estuviéramos frente a un film de terror; solo algunos acordes de la banda sonora nos hacen presagiar que algo puede ocurrir. A eso mismo juega Psicosis, a crear una atmósfera de sugerencias a partir de artilugios psicológicos que mantienen en vilo al espectador. ¿Y después? Cuando vemos el cuchillo de matarife que se acerca tras la cortina de baño creemos que la sangre correrá a borbotones, a la usanza de Tarantino, pero no es así, lo de Hitchcock es otra cosa. Su apuesta estética es menos visual (en lo que a la sangre se refiere) pero mucho más mental; la conexión que logra un film como Psicosis se mide con las pulsaciones del corazón, lo de él es el puro terror psicológico.


El Bates Motel está vacío de nuevo; pero una ladrona que lleva consigo cuarenta mil dólares no son fáciles de olvidar, así que, como moscas en leche, atraídos por el dinero y por la mujer, al viejo motel arriban unos personajes que tienen algo en común; le verán de cerca la cara al terror. Con ellos de develarán los misterios que se ocultan en el viejo caserón de la colina. Tras sus puertas, entre luces que se prenden y se apagan, una silueta recortada de una anciana otea desde la ventana lo que sucede abajo. Los perseguidores creerán que sus dudas se resolverán entrando a esa casa, pero las respuestas no están allá; lo que sí está es la muerte vestida de mujer apretando un cuchillo. 

Las respuestas las tiene el indefenso de Norman, pero Hitchcock nos las hace saber al final de la película, cuando vemos que el film está llegando a su epílogo y parece que el espectador quedará pidiendo explicaciones. Psicosis se mueve lento, entre diálogos que no dicen mucho, pero sirven para mantener la tensión, entre la sonrisa amigable del administrador del motel y los gritos de espanto de la mujer acuchillada y la hermana que descubre la verdad sobre la madre del protagonista.

Psicosis es un film de culto, un clásico del terror que marcó una época y que se sigue viendo luego de más de medio siglo de haber sido estrenada. Alfred Hitchcock iluminó a una generación de directores que adaptaron la maestría del juego psicológico al terror contemporáneo y aunque ahora se sustenten en otros efectos cinematográficos, la huella de Psicosis prevalece como un antecedente icónico indeleble al paso del tiempo.


Título original: Psyco
Año: 1960
Duración: 109 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: Alfred Hitchcock
Guion: Joseph Stefano
Reparto: Anthony Perkins, Janeth Leign, John Gavin, Vera Miles, John Mclntire.
Música: Bernard Herrmann
Fotografía: John Russell
Compañía: Paramount Pictures
Género: Terror, intriga, Thriller

Comentarios

  1. Gabo, a mí me parece que la maestría está en tomar una historia, en apariencia sencilla, y contarla y cargarla de signos, símbolos que le dan vida propia. Ya lo dijo usted, este film es un faro que iluminó a toda una generación y que hasta hoy se siguen viendo sus luces.
    Excelente reseña.

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