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Parece que no te conoces a ti mismo, chico [Sobre «The Lighthouse» (2019) de Robert Eggers]

Hace poco terminé de leer «Azul casi transparente» de Ryu Murakami y «Agujero» de Hiroko Oyamada. Ryu incluía una serie de canciones en la novela. El paisaje sonoro que él hizo que existiera dentro de ella me llevó a comprenderla como una gran pieza musical redonda, más que una obra literaria en sí misma. Cuando estuve a la mitad de Azul casi transparente, imaginé que los libros podrían ser recordados como canciones, que el nombre de todas las canciones, son, en realidad, el rostro de alguien. Con The Lighthouse (2019) de Robert Eggers, los personajes dicen poco —o casi nada— mediometraje. En su lugar, lo único que tiene sitio son los sonidos de conjuntos vacíos. Si no existe una música en el film, ¿con qué única, y última imagen, será recordado? El uso del espacio y los conjuntos vacíos en The Lighthouse son incómodos. Cuando la vi por primera vez, esperé que ese formato cuadrado en el que era filmado, fuese sencillamente un prelude . Un ejercicio de cine de autor .  La miré, po...
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La materialización del miedo [Sobre «The Babadook» (2014) de Jennifer Kent]

¿Y si el sufrimiento que intentas ocultar con desesperación , lograra salir y hacerse visible ? Esta fue la inquietante premisa en la película The Babadook (2014), guion y dirección de Jennifer Kent, que se convirtió, de este modo , en una poderosa y perturbadora historia de terror psicológico , expuesta mediante la vida de Amelia, que vive sola con su hijo Samuel, cuya rutina cotidiana se ve alterada por la aparición de una figura oscura y amenazante salida de un libro de cuentos infantiles. La película El Babadook no es en absoluto un cuento de terror convencional, sino que hace un profundo recorrido por el duelo no elaborado, por la complejidad de ser madre y por el deterioro de la salud mental. El monstruo no está en la oscuridad, sino que es Amelia, quien se nutre precisamente del dolor por la pérdida de su esposo. Con una atmósfera de confusión, la película nos recuerda que el temor no siempre nace de lo que se puede visibilizar; el miedo nos lo otorgan la ...

Toma, completa el cubo de Rubik [Sobre «Climax» (2018) de Gaspar Noé]

  Estás sentado; frente de ti, sobre la mesa, hay un cubo de Rubik. Sólo puedes ver el lado frontal del cubo. No puedes moverlo; ni tocarlo. Pero si te levantas, podrás ver un lado distinto; el lado de visión paralelo al suelo. Si continúas moviéndote, mirarás los lados faltantes. Pero, hay un lado que no podrás ver: el que está boca abajo, en la mesa. Así es «Climax» de Gaspar Noé. Un Rubik que no puede ser tocado. Completado —y que no quiere serlo—. La cinta es clara. Pero, solo en una cosa: está escrita y filmada basada en sucesos reales. Pero, parece no estar dispuesta a contar algo. Sino, en mostrar. Gaspar Noé. Es cierto que los personajes hablan —y bailan— en lugares distintos del edificio, tanto que sorprende que los otros no escuchen. ¿Qué tan grande se hace la habitación, el hogar como para no sentirnos tan cercanos con el otro aún de que las voces en el espacio son audibles? El baile inicial, tras terminar el prelude de la cinta, donde los entrevistan, parece no tener mu...

El último eslabón [Sobre << El Gran Hotel Budapest >> (2014) de Wes Anderson]

  El Gran Hotel Budapest  (2014), dirigida por Wes Anderson, es una obra maestra que combina una estética visual impecable con una narrativa intrincada y un humor negro que roza lo absurdo. La película es un festín para los sentidos, tanto por su diseño de producción meticulosamente simétrico como por su diálogo ingenioso y su elenco estelar, que interpreta a los personajes con una precisión y un encanto que solo Anderson podría lograr. El humor, aunque oscuro, es uno de los pilares de la película. Anderson lo utiliza no solo para entretener, sino también para subrayar la absurdidad de las situaciones y la naturaleza excéntrica de sus personajes. Este tono cómico, a menudo cercano al surrealismo, se mezcla con una palabrería culta y modales exquisitos que contrastan irónicamente con la caótica trama. Ralph Fiennes, en el papel de Monsieur Gustave H., el conserje del hotel, es el sumario de esta dualidad: un hombre de mundo refinado y educado, pero también un personaje lleno ...

La mesa de los secretos [Sobre 'Festen' (1998), de Thomas Vinterberg ]

 "Festen", estrenada en 1998, no es solo una película; es una experiencia cinematográfica que sacude al espectador. Dirigida por Thomas Vinterberg, esta obra maestra danesa buscaba despojar al cine de sus artificios y devolverle su crudeza esencial. La trama, aparentemente sencilla, se desarrolla en el seno de una celebración familiar: el 60 cumpleaños de Helge. Sin embargo, la aparente armonía se resquebraja con un discurso que revela los oscuros secretos que han corroído a la familia durante años. Vinterberg nos aborda con una propuesta fuerte, al erradicar la iluminación artificial, los efectos especiales y la música incidental, optando por una estética cruda y realista. La cámara en mano, la luz natural y el sonido directo crean una sensación de inmediatez y autenticidad que sumerge al espectador en la angustia de los personajes. "Festen" trasciende la mera narración de una historia; es una exploración profunda de la naturaleza humana, de la capacidad de negació...

Sueños de neón [Sobre 'Lost in Translation' (2003), de Sofia Coppola]

¿A dónde van las personas con los corazones rotos? Quizá a una ciudad basta, quizá a una ciudad con más de veinte millones de almas que pululan sin rumbo, que bailan, que retozan como en un sueño. Quizá lo cierto sea que estamos perdidos, que toda nuestra generación flota a la deriva, desconectada del mundo, enjaulada en jaulas de puertas abiertas. Si no, ¿cómo explicar el encuentro entre un hombre en sus cincuenta y una muchacha en sus veinte, dos extraños que, en lugar de llenar el vacío con palabras, optan por el silencio, por el lenguaje de las miradas, de los gestos mínimos, de lo que se dice sin pronunciarse? En Lost in Translation (2003), la ciudad se convierte en un espejo de esa dualidad: de un lado, la megalópolis nocturna, vibrante y caótica, donde Charlotte (una jovencísima Scarlett Johansson de apenas dieciocho años y que aparentaba veinticinco) y Bob (Bill Murray, el de siempre) se pierden como niños que juegan a escapar de la realidad; del otro, los templos silenciosos ...

Lo que parece ser el amor [Sobre «Hojas de otoño» (2023) de Aki Kaurismaki]

Cuando se está frente a alguna película de Kaurismaki, cualquiera que sea, se tiene la impresión de transitar por un mundo estático, habitado por personajes desprendidos de la realidad, carentes de emociones. Da la sensación de que la propuesta estética del director finlandés se asocia a una suerte de nihilismo matizado, al final, por la revelación del amor. Es cierto que esto último es una contradicción, pero así funciona. Kaurismaki sitúa sus filmes en contextos de problemáticas sociales; de manera sutil expone la venta de droga, el desempleo, la violencia; aunado a los mismos problemas existenciales que han perseguido al ser humano desde su génesis: la soledad, la desesperanza, el pesimismo. Estas características parecen ser la condición de los personajes del finés. Miremos: Una mujer trabaja en un supermercado, cumple con su horario, de vez en cuando roba algún producto vencido, se va a su casa; vive sola, enciende la radio y encuentra las noticias de una guerra que parece lejana; ...